Marte: Nuevas imágenes de alta resolución demuestran que existieron ríos estables y que actuaban igual que los de la Tierra

Ya se sabía que en el pasado debió haber agua en Marte, que formó ríos, lagos y mares. Pero no estaba tan claro durante cuanto tiempo existió, si la aparición del agua era de forma ocasional o si los viejos cauces que se observaban eran producto de inundaciones repentinas. Ahora se ha encontrado la primera evidencia de que los ríos de Marte existieron de forma estable y que tallaron barrancos y cauces de la misma forma que hacen los ríos de la Tierra. 

Gracias a un examen de imágenes de alta resolución se pudo encontrar la evidencia de un acantilado rocoso de 200 metros de altura (dos veces la altura de los Acantilados Blancos de Dover) que fue parte de un antiguo paisaje fluvial. Se trata de rocas sedimentarias, con 3.700 millones de años, y fueron creadas por ríos que probablemente estuvieron activos durante más de 100.000 años.

En las últimas décadas, gracias a una armada de orbitadores, rovers y aterrizadores, los científicos ya han descubierto mucho sobre el pasado antiguo de Marte. En particular, los investigadores han descubierto evidencia sustancial de que la superficie del planeta una vez fue atravesada por volúmenes significativos de agua. Ahora el Dr. Francesco Salese y el Dr. William McMahonjunto con un equipo internacional compuesto por científicos de Italia, Reino Unido, Francia y los Países Bajos, han examinado datos de satélite de alta resolución (25 cm / píxel) de la región de Hellas (Izola mensa) para estudiar las características de las rocas sedimentarias recientemente descubiertas. Su estudio agrega una nueva pieza a al rompecabezas que es el Planeta Rojo, proporcionando una visión novedosa de cuánta agua ocupaba estos antiguos paisajes.

Francesco Salese, un geólogo de la Universidad de Utrecht (Países Bajos) y científico principal de la Escuela Internacional de Investigación de Ciencias Planetarias (Italia), declaró: "Está bien, no es como leer un periódico, pero las imágenes de muy alta resolución nos permitieron “leer” las rocas como si estuvieras parado muy cerca del acantilado. Desafortunadamente, no tenemos la capacidad de escalar y mirar los detalles a menor escala, pero las sorprendentes similitudes con las rocas sedimentarias en la Tierra dejan muy poco a la imaginación". Los paquetes de capas oblicuas dan fe de antiguos ríos con profundidades de cauce de varios metros.

Un gran lago o un mar pequeño

Ubicado en el hemisferio sur de Marte, el cráter de impacto Hellas ha sido de interés para los científicos planetarios durante años. Es uno de los cráteres de impacto más grandes del Sistema Solar, con una diferencia de altitud desde el borde del cráter hasta el suelo de más de 9.000 metros y unos 2.300 kilómetros de diámetro. Los accidentes geográficos conservados en la superficie muestran la evidencia de una red de antiguos ríos, deltas y canales de salida, con señales de minerales que sugieren que la región alguna vez albergó un lago increíblemente grande o un mar pequeño.

Registro de rocas antiguas

William McMahon, geólogo de la Universidad de Utrecht, dice que: "Aquí en la Tierra, la estratigrafía (es decir, el orden y la posición de las capas sedimentarias) de las rocas sedimentarias ha sido utilizada por los geólogos durante generaciones para conocer las condiciones de nuestro planeta hace millones o incluso miles de millones de años atrás. Ahora tenemos la tecnología para extender esta metodología a otro planeta de tipo terrestre, Marte, que alberga un antiguo registro de rocas sedimentarias que se extiende aún más atrás en el tiempo que el nuestro".

Suerte

El tiempo registrado en la sucesión de 200 metros de espesor representa solo una fracción del tiempo total del deposición fluvial en el curso de esa región. La mayoría de los estratos y el tiempo se habrán perdido debido a la erosión, o se habrán conservado en afloramientos aún no descubiertos, o que quizás estén actualmente enterrados y no es posible estudiarlos, y no se puede suponer que la superficie moderna representa la superficie antigua en absoluto. Tampoco se sabe hasta dónde llegaron esos ríos antiguos. Por todo esto, Salese, McMahon y sus colegas pudieron identificar patrones de apilamiento en los depósitos fluviales, notando cambios en los estilos de sedimentación y mecanismos para su creación.

Pero el factor suerte fue muy importante; los investigadores fueron muy afortunados: la cara de la roca se inclinaba lo suficiente y el satélite pudo fotografiarla exactamente desde el punto correcto.

Fuente: Universidad de Utrecht

Nature Communications