La Mars Express de la ESA fotografía Nili Fossae una "región enigmática" de Marte formada por el agua, viento y hielo
Perspectiva de Nili Fossae. -Crédito de la imagen ESA/DLR/FU Berlin.- |
La sonda Mars Express de la ESA ha fotografiado una región enigmática del Planeta Rojo: un barranco llamado Nili Fossae, es rocoso, fragmentado y estriado situado en la frontera de los hemisferios septentrional y meridional. Esta región constituye un impresionante ejemplo de la actividad pasada del planeta y muestra el camino recorrido por el material arrastrado por el viento, el agua y el hielo, que fue horadando el relieve y creando formaciones a su paso.
Marte se divide en dos: en algunos puntos, el hemisferio norte tiene una altura varios kilómetros menor que el hemisferio sur. Esta clara división topográfica se conoce como la “dicotomía marciana” y resulta especialmente llamativa en la superficie del planeta. El norte marciano también presenta vastas zonas de terreno llano, mientras que las regiones meridionales están plagadas de numerosos cráteres. Se cree que esto es consecuencia de su actividad volcánica en el pasado, que cambió el aspecto superficial de ciertas regiones, creando suaves planicies en el norte y dejando otras regiones intactas.
El protagonista de la imagen de Mars Express es un escarpe estriado y con numerosas rocas, conocido como Nili Fossae, situado en el límite entre el norte y el sur. Esta región está llena de valles rocosos, pequeñas colinas y grupos de figuras con cima plana (denominadas “mesas”), mientras que ciertos fragmentos de rocas de la corteza parecen hundirse en la superficie, creando una serie de formaciones similares a zanjas y conocidas como “graben”.
Como sucede con gran parte del entorno que rodea a esta zona, y a pesar de que Marte hoy es un planeta seco y árido, se cree que el agua tuvo un papel fundamental en la formación de Nili Fossae mediante una erosión continuada. Además de los indicios visuales, se han detectado signos de interacción pasada con el agua en la parte occidental (superior) de esta imagen. Instrumentos como el espectrómetro OMEGA de Mars Express han identificado aquí arcillas, indicadores clave de que en algún momento hubo agua presente.
La elevación de Nili Fossae y sus alrededores, que se muestra en la vista topográfica, presenta algunas variaciones: las regiones izquierda e inferior izquierda (sur) son más altas que las que se encuentran al otro lado de la fotografía (norte), lo que ilustra la dicotomía anteriormente mencionada. Este terreno de mayor altitud parece estar formado principalmente por mesetas rocosas, mientras que el terreno más bajo comprende rocas menores, mesas, colinas y otros, con las dos secciones separadas por valles y canales de erosión.
Se cree que la división es el resultado del transporte de materiales hace cientos de millones de años. De forma parecida a los glaciares en la Tierra, flujos de agua y hielo atravesaron el terreno marciano y fueron esculpiéndolo y erosionándolo con el tiempo, arrastrando consigo el material. En el caso de Nili Fossae, el material se desplazó de áreas más altas a otras más bajas, mientras que fragmentos de roca y otros materiales más resistentes quedaron prácticamente intactos pero fueron descendiendo hasta formar las mesas y figuras que vemos en la actualidad.
Las formas y estructuras que salpican esta imagen podrían deberse al influjo no solo del agua y del hielo, sino también del viento. En esta imagen podemos ver algunos ejemplos: manchas en la superficie mucho más oscuras que el fondo ocre, como si fueran borrones de tinta o carboncillo. Se trata de áreas con arena volcánica más oscura, transportada y depositada por los actuales vientos marcianos. Con frecuencia, el viento mueve la arena y el polvo por la superficie de Marte, creando campos de ondulantes dunas por el planeta y formando terrenos multicolores como los de Nili Fossae.
Los datos que comprende esta imagen fueron recogidos por la Cámara Estéreo de Alta Resolución (HRSC) de Mars Express el día 26 de febrero de 2018.
La sonda Mars Express de la ESA fue lanzada en 2003. Además de proporcionar espectaculares vistas de la superficie marciana, como la que hoy nos ocupa, la misión ha aclarado muchos de los mayores enigmas del planeta y ha contribuido a reconstruir la imagen de Marte, un planeta que en el pasado fue más cálido, más húmedo y potencialmente habitable.
- Fuente: Nota de prensa de la ESA. Agencia Espacial Europea.
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