Se ha publicado un nuevo estudio utilizando los datos recogidos por dos observatorios espaciales el de rayos X Chandra de la NASA y el XMM-Newton de la ESA que ha desvelado algunos de los misterios de las potentes auroras de Júpiter.
Según dicho estudio las auroras de los polos norte y sur de Júpiter, se comportan de forma independiente entre sí. Además los investigadores identificaron un punto caliente de rayos X en cada polo. Estos puntos son enormes, cubren un área igual a aproximadamente la mitad de la superficie de la Tierra. Pero además cada uno tiene características distintas. La emisión de rayos X en el polo sur de Júpiter late constantemente cada 11 minutos, pero los rayos X vistos desde el polo norte eran erráticos, aumentando y disminuyendo su brillo, independientes de lo que ocurre en el polo sur.
Esto desconcierta a los científicos. Júpiter es el único planeta del sistema solar con estas potentes auroras de rayos X, los otros gigantes gaseosos no tienen nada tan energético. Y además las auroras de Júpiter también son diferentes, por ejemplo a las de la Tierra, donde las auroras en los polos norte y sur de nuestro planeta generalmente se reflejan entre sí porque los campos magnéticos son similares.
Las auroras de Júpiter son causadas por interacciones en el límite entre el campo magnético de Júpiter, que es generado por las corrientes eléctricas en el interior del planeta y el viento solar, que es un flujo de partículas de alta velocidad que fluye desde el sol. Según la teoría actual las interacciones entre el viento solar y el campo magnético de Júpiter pueden hacer que el campo magnético vibre y produzca ondas magnéticas. Las partículas cargadas pueden surfear estas ondas y ganar energía. Las colisiones de estas partículas cargadas energéticamente contra la atmósfera de Júpiter producen los brillantes destellos de rayos X detectados por los observatorios espaciales. Dentro de esta teoría, el intervalo de 11 minutos representaría el tiempo para que una onda viaje a lo largo de una de las líneas de campo magnético de Júpiter.
Pero quedan muchas preguntas por responder. ¿Estas partículas de alta energía afectan al clima de Júpiter y a la composición química de su atmósfera? ¿Pueden explicar las temperaturas anormalmente altas que se encuentran en ciertos lugares de la atmósfera de Júpiter? Estas son las preguntas que los observatorios Chandra, XMM-Newton y Juno pueden ayudar a responder en el futuro.
Fuente: Nota de prensa de la NASA
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