Por primera vez logran observar en detalle los filamentos de la “Telaraña Cósmica” la estructura a gran escala del Universo
Imagen de la Red Cósmica descubierta, en color azul las gigantescas nubes de hidrógeno. -Imagen del Instituto de Investigación Riken.- |
Un equipo internacional de científicos dirigidos por el Instituto de Investigación Riken, en Japón, fijó su atención en un cúmulo de galaxias primordial llamado SSA22, situado a más de 11.500 millones de años luz de distancia en dirección a la constelación de Acuario. Es un abismo de espacio y tiempo; pero el objetivo valía la pena porque han conseguido observar por primera vez en detalle los filamentos de la “Telaraña Cósmica”, uno de los nombres que recibe la inmensa red que parece organizar las galaxias y la materia del Universo, incluida la misteriosa materia oscura, a escala auténticamente Universal.
Para conseguir este logro los investigadores utilizaron el Very Large Telescope (VLT) y el ALMA, del ESO (Observatorio Europeo Austral) situados en Chile; además del telescopio Subaru y el WM Keck situados en Hawai, EE.UU. Consiguiendo de esta forma una gran variedad de observaciones en una amplia gama de longitudes de onda que van desde los rayos X hasta las ondas milimétricas. Con este variado panorama de datos pudieron hacer un mapa de la energía emitida por el hidrógeno cósmico irradiado por la intensa actividad de creación de estrellas dentro de las jóvenes galaxias y situar en dicho mapa las galaxias y los núcleos galácticos activos. Estos últimos son donde se encuentran los agujeros negros supermasivos devorando materia como si estuvieran en un reto de comida extrema, y cuya ubicación curiosamente coincide con las intersecciones de los filamentos de la red cósmica.
El trabajo final logra confirmar por primera vez que existe, en esta región del cosmos de unos 4 millones de años luz de longitud, una gran estructura de gas de hidrógeno en forma de banda. También se descubrieron que 18 galaxias activas formadoras de estrellas, además de agujeros negros gigantes, se han formado a lo largo de la red cósmica.
Hace tiempo que se teorizó sobre la red cósmica o estructura del Universo. Según la teoría cosmológica las galaxias están dentro de una red que se extiende como un tejido cuyos filamentos estarían formados por materia ordinaria como el hidrógeno y la materia oscura. En 2014 científicos de la Universidad de California, Santa Cruz, EE.UU., y del Instituto de Astronomía Max Planck en Heidelberg, Alemania. Consiguieron captar un trocito de esta red cósmica, gracias a que la luz de un Cuásar iluminaba el gas que estaba en el filamento de la red (Noticia BBC). Un Cuásar es un agujero negro supermasivo dándose un festín y haciendo que la materia que está en su entorno se caliente y emita una radiación y brillo de forma enorme, tanto que son los objetos más luminosos del Universo conocido.
Pero los cálculos y teorías no son suficientes; la observación directa, como la ahora realizada, es indispensable para verificar la formación y evolución de galaxias y agujeros negros gigantes en el universo primitivo.
Los investigadores esperan que este trabajo ayude a entender de donde salió la materia que terminó creando las galaxias con sus estrellas y planetas; y los monstruosos agujeros negros supermasivos. La luz, la oscuridad y la eterna cuestión: ¿El Universo es sólo caos o existe una estructura y un orden oculto por desvelar?
Fuente: Nota de prensa del Instituto de Investigación Riken
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