Utilizando el Very Large Telescope de ESO, un equipo de astrónomos ha observado, por primera vez de forma directa, los patrones de granulación en la superficie de una estrella fuera del Sistema Solar π1 Gruis,situada a unos 530 años luz de nosotros, en dirección a la constelación de la Grulla.
Aunque esta estrella tiene aproximadamente la misma masa que el Sol, π1 Gruis tiene 350 veces el diámetro de nuestra estrella. Esto es debido a que es una gigante roja, una estrella vieja, muy vieja. Dentro de unos 5.000 millones de años, nuestro Sol se hinchará para convertirse en una estrella gigante roja similar.
En la nueva imagen podemos ver las células convectivas que conforman la superficie de esta enorme estrella. Técnicamente una célula convectiva es una organización dinámica de una masa fluida, en respuesta a una diferencia de temperatura, que provoca un movimiento de convección. Dicho de forma más simple las corrientes de convención hacen que el gas caliente ascienda y el frío se sumerja. Lo podemos ver en una olla, en las nubes de tormenta y a escala cósmica en las células de la superficie de una estrella. El Sol tiene unos 2 millones de células convectivas; esta estrella tiene muy pocas; pero son gigantescas, Cada célula cubre más de un cuarto del diámetro de la estrella y tiene un tamaño de cerca de 120 millones de kilómetros. Cada uno de estos gránulos son tan enormes que cubren una distancia desde el Sol hasta más allá de Venus.
El Sol brilla gracias a la fusión del hidrógeno formándose helio; pero esta estrella está en la fase final de su vida; agotó su combustible de hidrógeno y ahora fusiona helio para crear átomos más pesados como carbono y oxígeno. El núcleo intensamente caliente, expulsó las capas externas de la estrella, haciendo que creciera hasta un tamaño cientos de veces más grande que su tamaño original. La estrella que hoy vemos es una gigante roja variable. Hasta ahora, nunca se habían obtenido imágenes detalladas de la superficie de una de estas estrellas.
Los nuevos resultados se publican esta semana en la revista Nature.
Fuente: Nota de prensa del ESO. Observatorio Europeo Austral.
Comentarios