Los agujeros negros se crean cuando una estrella agota su combustible (que es ella misma, claro) y la materia restante, si queda suficiente, colapsa debido a su propia gravedad, convirtiéndose en una singularidad (un punto sin volumen y de densidad infinita).
Pero no todas las estrellas pueden transformarse en agujero negro: debe tener con una masa mínima que es 25 veces superior a la masa de nuestro Sol. En la Vía Láctea, menos de 1 estrella de cada 1.000 dispone de masa suficiente para transformarse en un agujero negro.
El agujero negro más cercano a la Tierra es Cygnus X-1. Para que la Tierra fuera engullida por este agujero negro, tendría que estar a menos de 21 km de ella. No hay que temer, pues: Cygnus X-1 se encuentra a una distancia de 8.000 años luz.
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