Un estudio del CSIC revela que viajar a un asteroide grande sería una mala idea



Un estudio internacional en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela que los asteroides han sufrido multitud de impactos desde su formación hace 4.565 millones de años. Los científicos han reconstruido la historia de las colisiones a partir de un modelo físico que reproduce el proceso a lo largo del tiempo y compara los resultados con la información que se tiene en estos momentos sobre los meteoritos llamados condritas.
El trabajo se publica en la revista Astrophysical Journal.
La distribución de tamaño de los objetos que componen el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter indica que cada uno de esos asteroides ha recibido impactos de proyectiles de más de veinte centímetros al menos unos cien millones de veces, según los investigadores. El resultado de esos impactos son cráteres proporcionales tanto al diámetro como a la velocidad de esos proyectiles.
El modelo reproduce las características externas del asteroide 21 Lutetia, determinadas durante un encuentro con la misión Rosetta de la Agencia Europea del Espacio. Este asteroide es irregular y su eje mayor mide 121 km. 21 Lutetia posee una superficie esculpida por grandes cráteres -uno de ellos de 55 km de diámetro- que son muestra fehaciente de numerosas colisiones ocurridas desde el inicio del sistema planetario. El modelo publicado en este trabajo predice que, como resultado de la fragmentación por los impactos de grandes proyectiles, los asteroides poseen enormes bloques sobre su superficie. Los materiales apilados por esos procesos se denominan regolito y forman una capa superficial que tiene un grosor de varios kilómetros. El artículo concluye que es posible que buena parte de los meteoritos no diferenciados que han llegado a la Tierra provengan de las capas de regolito.

¿Qué significa todo esto?.
En la actualidad existen proyectos para enviar misiones a asteriores y recuperar el material original que existía en el inicio de la formación del sistema solar y que fue esencial para la formación de la vida. Pero con este descubrimiento se comprueba que ir a un asteroide grande sería una mala idea. Ya que está cubierto de una gruesa capa de escombros que entierran el material original. Así  que lo mejor sería visitar asteroides de pocos kilómetros o cientos de metros con características homogéneas, donde los materiales originales estén más expuestos... y con ellos las respuestas a nuestras preguntas.

Fuente: Nota de prensa del CSIC

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