Entre el 2013 y 2015 el radar del programa Jet Propulsion Laboratory de la NASA sobrevoló las pampas de Nazca y Palpa recogiendo información a través de imágenes que muestran los lugares más frágiles de los dibujos y Líneas de Nazca reconocidas como Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, en los últimos años han sufrido graves daños por la construcción de la carretera panamericana y las rodadas de vehículos todoterreno.
Gracias a estas nuevas imágenes de radar se puede detectar el terreno que ha sido alterado, que aparece como manchas oscuros. Hay extensas áreas de perturbación en todo el colibrí, así como un camino por el barranco directamente encima del glifo, que pueden estar causadas por la acción humana. Otras perturbaciones pequeñas pueden haber sido causadas por la erosión de los lechos de arroyos secos.
Las líneas de Nazca son geoglifos de unos 2.000 años de antigüedad con figuras geométricas y de animales, unos dibujos que según la leyenda popular sólo pueden verse desde el cielo; aunque lo cierto es que se ven fácilmente desde las colinas circundantes. De hecho su descubrimiento fue precisamente de esa forma. En 1927 el arqueólogo peruano Toribio Mejía Xesspe, las divisó mientras hacía senderismo. Esto no desmerece la magnitud del trabajo realizado por los antiguos las líneas pueden llegar a medir hasta 275 metros de largo y se extienden por un área de 520 km², y algunas incluso se prolongan hasta un área de 800 km². Unas líneas y dibujos inmensas obras que todavía están envueltas en misterio y que guardan muchas preguntas por responder.
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